Te odio por ser tan colgado,
te odio por tus actitudes de pendejo,
te odio por hacerme pensar que podía salir algo lindo de esto pero
te odio más que nada por hacerme quererte, por hacerme encariñarme y por gustarme tanto. Sé que esto no va a ser el fin, pero qué pasa? empezar así, no voy a sufrir por alguien otra vez, se que no vale la pena pero es
inevitable no tener ganas de
tenerte acá, poder
abrazarte y
muy patéticamente decirte lo mucho que te quiero, lo mucho que me encariñe y lo mucho que te pienso.