sábado, 24 de septiembre de 2011

Llorabas porque no sabías cocinar, te molestaba que yo me pusiera a cantar cuando leías, y te reías, cuando con mezcla de maldad y de total impunidad, me miraste nos besamos y ya. Te burlabas del amor, coleccionabas vicios y prejuicios sin pudor. Vendías falsas melodías, y te enojabas, cuando alguno fumaba un cigarro sin filtro y no te invitaba. Pero a mí, me gustabas así. Mentías sin querer, de noche correteabas y odiabas tener el lunar en la mejilla equivocada. Un saco verde y otro igual. Pero si el mundo se te caía por completo, yo jugaba de amuleto en tu maldito ritual y te decía que ya no tengo careta para hacer de marioneta. Pero nunca te convencían mis palabras de cartón y creías que un amor de cabotaje nunca llevaba equipaje. Y así saltabas de lado a lado y engañando al corazón